
Cada cierto tiempo Ferrari presenta un vehículo único creado por su división de personalización y configurado acorde a los gustos de alguno de sus adinerados clientes. El Ferrari SP48 Unica es el último en sumarse a esta dinastía y es el Ferrari F8 más especial hasta la fecha.
Su carácter superdeportivo es algo que salta a la vista por sus proporciones generales y silueta, pero basta con un simple vistazo para apreciar las más que notables diferencias que tiene con él.
El incisivo frontal cambia por completo el paragolpes, eliminando las zonas de color negro brillante y las entradas de aire tradicionales para dejar todo en el tono naranja-rojizo iridiscente de la carrocería. Además, incorpora una suerte de parrillas inferiores con motivos hexagonales que, en el interior, cuentan con rejillas que orientan el aire para optimizar la refrigeración.
Cambian también los grupos ópticos, que de una forma alargada y ascendente pasan a unos más voluminosos pero cortos, y el capó, que reemplaza la salida de aire por dos gemelas.
En el lateral se ha aumentado el tamaño de la moldura inferior y también el de la entrada de aire situado antes del paso de rueda trasero. La vista cenital muestra unos de los rasgos más llamativos, pues el techo está recorrido por una sección negra que se va degradando hasta integrarse en el alerón trasero.
Éste es muy delgado y sirve como marco para unos grupos ópticos en forma de fina tira LED que abarca todo el ancho de la zaga y que reitera el progresivo adiós de Ferrari a sus clásicos pilotos circulares. Bajo ellos, el deportivo difusor aloja dos salidas de escape redondas. Y también destaca el hecho de que se ha eliminado la luneta trasera.
Aunque no se ha confirmado, lo lógico es que emplee el conocido propulsor V8 de 3,9 litros que entrega 720 CV de potencia y 770 Nm de par, con el que el F8 Tributo convencional acelera de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, de 0 a 200 km/h en 7,8 y alcanza una velocidad punta de 340 km/h.