Carros RD

La regla de los 25 años: por qué algunos autos soñados no pueden circular en EE.UU.

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn Share on WhatsApp
US Customs

Estados Unidos siempre ha seguido sus propias normas en materia automotriz, y eso ha generado durante décadas una mezcla de fascinación y frustración entre los amantes de los coches. Mientras en otros países es posible disfrutar de modelos exclusivos, tecnologías distintas en faros o configuraciones de seguridad alternativas, en suelo estadounidense muchos de esos vehículos siguen siendo un sueño… al menos durante 25 años.

Esta peculiar situación nace de una legislación aprobada en 1988 que marcó un antes y un después en la importación de vehículos. Desde entonces, traer un coche que no cumpla con las normativas federales puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza.

El origen de la regla de importación de 25 años

La Ley de Cumplimiento de Seguridad de Vehículos Importados de 1988 establece que es ilegal vender o registrar en EE. UU. un automóvil que no haya sido fabricado para cumplir las regulaciones locales hasta que alcance los 25 años de antigüedad.

Esta norma surgió como respuesta al auge del llamado mercado gris en los años 80, cuando importadores de coches de lujo evitaban concesionarios oficiales y eludían estándares de seguridad y emisiones, generando tensiones tanto en el Congreso como entre los fabricantes.

Hoy en día, esta ley sigue plenamente vigente y afecta tanto a coleccionistas como a aficionados que buscan modelos exclusivos en el extranjero. Por eso, antes de lanzarte a comprar fuera, conviene informarte bien y explorar opciones seguras en portales especializados como compra y venta de autos clásicos e importados, donde puedes encontrar alternativas ya disponibles y listas para circular.

¿Qué ocurre si importas un coche ilegalmente?

La Aduana de Estados Unidos no se toma este tema a la ligera. Si detecta una importación irregular, el propietario puede enfrentarse a multas civiles de hasta 10.000 dólares, además de la incautación del vehículo. A partir de ahí, el destino del coche puede variar:

  • Devolución al país de origen

  • Adaptación forzada para cumplir la normativa

  • Subasta gubernamental para exportación

  • O, en el peor de los casos, destrucción

Apetito de destrucción: cuando el coche acaba en la trituradora

En situaciones extremas, las autoridades no solo confiscan el vehículo, sino que lo destruyen públicamente. Un ejemplo es la Operación Atlántico, una iniciativa conjunta entre EE. UU. y Reino Unido que ha enviado numerosos coches ilegales directamente al desguace, incluyendo modelos tan populares como el Mini Cooper.

Los fabricantes también juegan un papel clave, especialmente cuando entra en juego la propiedad intelectual. Ha ocurrido con los conocidos autos Kei japoneses, pequeños vehículos urbanos que a veces se modifican para imitar diseños clásicos europeos. En algunos casos, marcas como Volkswagen han bloqueado importaciones legales alegando infracción de derechos de autor.

Lagunas legales y excepciones posibles

¿Existen alternativas a la regla de los 25 años?

Sí, aunque son limitadas. La NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras) contempla programas como Show or Display, pensados para vehículos de interés histórico o tecnológico. También existen procesos más sencillos para importar coches desde Canadá, siempre que cumplan prácticamente todas las normativas estadounidenses.

Aun así, la propia NHTSA advierte que el costo y el tiempo de adaptación pueden no compensar. Incluso un coche técnicamente legal puede ser rechazado por motivos tan simples como llegar con restos de tierra en los bajos, debido a las normas del Departamento de Agricultura.

Subastas, exportación y el destino final de los coches incautados

Cuando un vehículo no puede regularizarse ni destruirse, puede acabar en una subasta gubernamental destinada exclusivamente a la exportación. Estas ventas se realizan a través de agentes autorizados, sin transferencia de título ni registros previos. El comprador dispone de 60 días para sacar el coche del país o este vuelve a subastarse.

Pensar en qué coche importarías cuando cumpla 25 años es casi un ejercicio obligatorio para cualquier entusiasta. Pero mientras ese momento llega, lo más sensato es informarse bien, contar con profesionales y apostar por mercados transparentes. Plataformas como yacarros.com permiten descubrir vehículos interesantes sin riesgos legales, evitando multas, decomisos y finales trágicos para auténticas joyas sobre ruedas.

Share on Facebook Share on Twitter Compartir en LinkedIn Share on WhatsApp