La Unión Europea está preparando una nueva categoría de vehículos urbanos más económicos, conocida como “coches E”, inspirada en los famosos kei cars japoneses. El objetivo principal es reducir el precio de adquisición de los autos pequeños y frenar la creciente influencia de los fabricantes chinos en el continente.
Actualmente, incluso los coches urbanos nuevos son cada vez más caros, en gran parte debido al equipamiento de seguridad obligatorio que deben cumplir según la normativa europea. Con la creación de los coches E, se permitirá que estos vehículos tengan menos sistemas de seguridad activos, lo que reducirá significativamente su coste y los hará más accesibles.
Qué son los coches E y cómo funcionarán
Esta nueva categoría tendrá restricciones estrictas de tamaño y potencia, similares a los autos kei de Japón. Además, la UE planea introducir exenciones fiscales para estos vehículos, incentivando a los consumidores a optar por autos eléctricos urbanos. Aunque no contarán con todas las ayudas de seguridad de un coche convencional, seguirán siendo más seguros que cuatriciclos urbanos como el Citroën Ami o vehículos similares provenientes de China.
Los coches E deberán superar pruebas de choque y mantener una rigidez estructural adecuada, pero podrán prescindir de sistemas como frenado autónomo de emergencia, detección de somnolencia o asistencia de mantenimiento de carril. Esto permitirá que su precio sea entre un 10% y un 20% más bajo que los modelos actuales.
Modelos que podrían encajar en la nueva categoría
Algunos modelos como el Renault 5 E-Tech o el Twingo podrían cumplir los criterios, aunque es probable que sean demasiado grandes. En cambio, vehículos más pequeños como el Dacia Hipster se acercan más a la fórmula deseada: mide 3 metros de largo, 1,55 metros de ancho y 1,53 metros de alto, con un motor limitado y un máximo de 90 km/h, ideal para la conducción urbana.
El precio proyectado de un coche como el Hipster sería inferior a 15.000 euros (aprox. 17.600 dólares) antes de aplicar incentivos eléctricos, situándose en el rango que la UE busca para estos autos.
Impacto en el mercado y la competencia
El objetivo de la UE es impulsar la producción local y ofrecer alternativas más baratas frente a los fabricantes chinos. Sin embargo, estos también podrían adaptar sus modelos para cumplir con las nuevas regulaciones y vender vehículos a precios competitivos, como el BYD Seagull. Incluso con aranceles elevados, los fabricantes chinos podrían aprovechar esta categoría para aumentar su presencia en Europa.
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