
Para manejar con viento, debe tener en cuenta que se producirán oscilaciones en el vehículo, lo que puede provocar una disminución del agarre. En estas situaciones, los vehículos que más sufren son los de tracción trasera porque son difíciles de controlar cuando la tracción actúa sobre un eje y el otro eje es el encargado de fijar la dirección. Ante esto, la primera sugerencia es reducir la velocidad y ser muy cuidadoso con el volante, el acelerador y los frenos.
Si encontramos que la acera está mojada o sucia, la complejidad es aún mayor (el viento traerá polvo u hojas del costado de la carretera). La segunda sugerencia es usar la caja de cambios en una marcha alta y presionar ligeramente el acelerador, sin ningún movimiento brusco.
Se deben tomar las mismas precauciones cuando aparezcan obstáculos en la carretera. Ciertos objetos pueden salir volando y moverse por la carretera hasta chocar contra nuestro automóvil. Además, debemos estar atentos a los vientos en contra y los cambios bruscos de dirección.
¿Cuándo debo extremar las precauciones?
Debemos prestar especial atención a tres momentos:
- Al salir de un túnel. En zonas como túneles, nuestros vehículos evitan el viento, por lo que llegará violentamente como un golpe violento al salir de él, por lo que es necesario mostrar una gran seguridad y firmeza en el volante.
- Al adelantar vehículos voluminosos. Los camiones, por ejemplo, nos sirven de parapeto del viento. Nos protegen, oero al superarlos, volveremos a encontrarlo de manera que nos volverá a golpear con fuerza. Aquí debemos tener en cuenta otra consideración. Estos vehículos también sufren los rigores del viento por lo que podrían verse obligados a variar su trayectoria e invadir nuestro carril. En el peor de los casos, puede perder parte de la carga que podría caernos encima u obstaculizar nuestra trayectoria.
- Puentes y viaductos. Estamos expuestos por completo al rigor del viento. Hay que extremar la precaución.
Cómo conducir si hay mucho viento
- Anticipate al peligro. Utilice como referencia elementos como los árboles. Gracias a su movimiento, podrás conocer la dirección del viento y su fuerza. Lo mismo ocurre cuando el polvo o los objetos vuelan. Sostenga el volante firmemente. Recuerde que en estas situaciones, los vientos cruzados son los más peligrosos porque lo sacarán de la carretera.
- No frenes brúscamente. Cualquier movimiento repentino, puede ser un problema añadido a la ya complicada situación.
- Acércate al centro de la carretera siempre que lo permita el resto del tráfico. De esta forma, tendrás una mayor capacidad de respuesta.
- Ten cuidado con los remolques y equipajes. Los remolques no tienen mucha estabilidad, por lo que pueden empujar el eje trasero hacia un lado y perder el control del automóvil. En cuanto a colocar el equipaje en el techo, esto solo significa que al elevar el centro de gravedad del vehículo, una mayor superficie resistente al viento (crea mayor inestabilidad).
- Mantén la distancia de seguridad (ahora mayor a la habitual).
- Ten siempre a punto tu carro y en especial sus neumáticos.