El martes por la noche, Elon Musk, CEO de Tesla, lanzó una serie de declaraciones que dejaron a muchos intrigados sobre el próximo producto de la compañía. En una publicación en X, Musk anunció un aumento radical en los objetivos de diseño para el esperado Tesla Roadster. Sin embargo, rápidamente aclaró que el diseño de producción está completo y que se espera presentar el producto a fines de 2024, con la mira puesta en su envío en 2025.
En un tweet posterior, Musk sorprendió aún más al afirmar que el tiempo de aceleración de 0 a 60 mph del modelo es ahora inferior a un segundo, una mejora significativa con respecto a los 1,9 segundos previamente anunciados. Además, sugirió que esta mejora es solo la punta del iceberg en cuanto a las innovaciones que este vehículo podría ofrecer, insinuando que podría convertirse en la demostración de producto más impresionante de todos los tiempos.
Este anuncio llega después de años de anticipación desde que el nuevo Roadster fuera presentado en 2017 como un prototipo destinado a la producción. En ese entonces, se promocionaba con una autonomía de 620 millas y Tesla comenzó a aceptar reservas con la esperanza de entregar el modelo en 2020. Los precios iniciales oscilaron entre los 50.000 y los 250.000 dólares, dependiendo del rendimiento, con una Serie Founders que encabezó la alineación y abarcó las primeras 1.000 reservas.
Sin embargo, el camino hacia la producción ha sido accidentado, con Tesla posponiendo el proyecto del Roadster en varias ocasiones a lo largo de los años. En documentos presentados ante la SEC en 2010, Tesla confirmó planes para una segunda generación del Roadster prevista para 2013, poco después del lanzamiento del Modelo S. Sin embargo, este proyecto se ha retrasado repetidamente, con Tesla posponiendo el lanzamiento del Roadster hasta 2023 en 2021.