Toyota «ha sido el rezagado» en la electrificación de su línea estadounidense, pero ahora está «totalmente comprometido», dijo el asesor principal de la Casa Blanca, John Podesta, en una entrevista con Reuters publicada el martes.
Podesta dijo que se reunió con altos funcionarios del fabricante de automóviles, incluido el científico en jefe Gill Pratt, quien es uno de los ejecutivos que, incluso en el momento del cambio de director general de Toyota, siguió manteniendo la línea sobre el despliegue híbrido ampliado como la mejor opción.
Podesta dijo a Reuters que Toyota podría «quedarse con los híbridos enchufables por un tiempo, tal vez más que algunas de las otras compañías», antes de dar el siguiente paso hacia los vehículos eléctricos. Eso estaría, al menos parcialmente, en línea con la estrategia discutida previamente por Pratt, que vería a Toyota cultivar múltiples tecnologías para reducir las emisiones por el momento.
Toyota aún no ha revelado mayores detalles sobre los objetivos de EV intensificados. El último resumen completo del fabricante de automóviles de los objetivos de electrificación para los EE.UU. espera que el 85 % de los vehículos nuevos tengan tubos de escape en 2030, y que los vehículos eléctricos de batería y de pila de combustible juntos representen solo el 15 % para entonces.
Ese pronóstico puede poner a Toyota detrás de la curva. Las ventas de vehículos eléctricos ya han alcanzado el 15 % del mercado en California, en 2022 y ya han superado el 5 % a nivel nacional. California planea poner fin a las ventas de automóviles nuevos de gasolina y diésel, a excepción de algunos híbridos enchufables muy eficientes, para 2035.
Los EV no están obligados por las reglas de emisiones de escape de la EPA propuestas por la administración de Biden para 2027-2032, el próximo período para el cual se deben redactar nuevas reglas, pero pueden requerir alrededor del 67% de las ventas de EV para el año modelo 2032. El ex director ejecutivo de Toyota, Akio Toyoda, calificó el otoño pasado de un objetivo del 50% de vehículos eléctricos para 2030 como «muy difícil», aunque para entonces algunas marcas pretenden ser completamente eléctricas en el mercado, si no a nivel mundial.
