Hay pocas ocasiones tan buenas para disfrutar de la música como los viajes en carro. Con un poco de interés, tiempo y una idea clara, podemos mejorar la calidad de sonido del vehículo, y la experiencia de escuchar música es más cercana que el concierto o audición que nos suelen proporcionar los vehículos corrientes.
Por lo general, la fuente de sonido de serie no puede proporcionar la mejor calidad de sonido. Si queremos dar un gran paso, se recomienda reemplazarla por una nueva fuente de sonido de cierto nivel. En algunas circunstancias excepcionales, como automóviles de alta gama o kits de audio de determinadas marcas (BOSE, Harman Kardon, etc.), la fuente puede ofrecer una calidad superior a la aceptable. Pero este no es el caso.
En el video que os traemos a continuación, podemos ver cómo el sistema de sonido (no sabemos la barbaridad de watios que es capaz de ofrecer) no solo le tira las gafas a la persona que está sentada en el lado del copiloto; también es capaz de moverle los pelos a la chica que esta fuera como si tuviera un abanico justo enfrente y hasta de romper un retrovisor y descolgarlo.